Una de las tareas rutinarias de un acuario con la que debemos ser muy constantes es los cambios de agua, y nunca me cansaré de decirlo, debemos ser generosos con ello, yo normalmente hago los cambios de un 40% semanal, con la única precaución de que los parámetros del agua y la temperatura sea lo más parecida posible a la que mantenemos para que no haya cambios demasiado bruscos.
Simplemente con eso, tendremos mucho camino andado en cuanto a la salud de nuestro acuario y sus habitantes e incluso de prevención contra nuestras “queridas” algas, aparte del propio consumo de las plantas, esto nos ayudará a mantener los valores de nitratos y fosfatos en unos niveles aceptables y es una manera de aportar micros relativamente barata.
Pero no debemos pensar de que el fin de los cambios de agua es reducir los nitratos y fosfatos, tiene también un fin más importante, nos ayuda a eliminar aquellas sustancias que se van acumulando y que poco a poco hace que la dureza vaya subiendo y va a el intercambio iónico con el sustrato.
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