26 diciembre 2008

Las Algas en los Acuarios

Estos dias hojeando el libro Diana Walstad, me detuve en el Capitulo X que trata sobre como controlar las Algas en los Acuarios Plantados, Este libro data del 1999, aunque han pasado unos cuantos años y el auge del acuarismo en internet ha sido grande y podemos encontrar en muchos foros y blogs personales remedios y experiencias personales en la lucha contra "nuestras amigas· las algas con resultados dispares , se me ocurrió la idea de traducir este capítulo que creo que todavia tiene vigencia, espero que os sea útil.

Capítulo X del libro “Ecology of the planted Aquarium” de Diana L Walstad (1999)

El crecimiento indeseado de algas es probablemente el problema número uno al que se enfrentan los acuaristas que quieren mantener un acuario plantado (a decir verdad, en cualquier acuario). Sospecho que muchos acuaristas se dan por vencidos debido a la frustración que les conlleva tratar de combatir el desarrollo de las algas.
Desafortunadamente, muchos ven a las plantas sólo como elementos decorativos; no han aprendido aún a utilizarlas para controlar las algas.


A - Métodos comunes para el control de algas
1- Alguicidas, cloro y antibióticos
Los alguicidas, son productos químicos para eliminar algas, frecuentemente causan más problemas de los que logran solucionar en los acuarios plantados. El ingrediente activo de los alguicidas más comunes es el cobre o la simazina (1). Ambas sustancias son tóxicas tanto para peces como plantas. La dosis que afecta las algas sin dañar a los peces o plantas es muy difícil (sino imposible) de determinar. Incluso si el alguicida no mata a los peces, es probable que las algas muertas lo hagan. Las algas moribundas pueden liberar toxinas en el agua, o su descomposición remueve oxígeno del agua. De ahí que no sea infrecuente que los peces mueran cuando las algas son eliminadas de una forma radical.

El Cloro es un agente esterilizante que en ocasiones es utilizado por algunos botánicos para eliminar alga filamentosa de las plantas que se utilizarán en experimentos a corto plazo. Algunos acuaristas experimentados rutinariamente sumergen las plantas nuevas en una solución de 1:20 de blanqueador casero, durante unos pocos minutos, para matar las algas que traen adheridas. Este método debe utilizarse con extremo cuidado, ya que puede matar fácilmente a muchas de las plantas o incluso dañar a los peces si los restos de cloro permanecen en el acuario.
Algunos acuaristas, desesperados por controlar el alga de “agua verde”, han utilizado elementos floculantes como aluminio, que se comercializa en algunos productos como “clarificador de agua” (2). Este producto, y otros similares, nunca deberían utilizarse en acuarios caseros, o al menos en los que contengan peces. Dado que este tipo de elementos floculantes están cargados positivamente, al ser introducidos en un entorno de carga negativa, precipitan la solución, causando el efecto de la limpieza o clarificación. Debido a que las membranas de las células de las algas tienen carga negativa, los floculantes eliminarán el “agua verde” de manera muy rápida. El problema es que las branquias de los peces también tienen carga negativa; por ello, el uso de estas sustancias también dañará los delicados filamentos de las branquias o agallas, destruyéndola y alterando significativamente su funcionamiento.
Los menos cuestionables son los antibióticos como la eritromicina y la kanamicina. Ambas pueden ser efectivas en la eliminación específica de algas verde azuladas (como la cianobacteria). No obstante, algunos acuaristas han reportado que estas algas en sus acuarios se han vuelto resistentes a los antibióticos después del primer tratamiento y cuando lo intentan elevando las dosis, todas las plantas mueren.
El acuario es un ecosistema cerrado. No reacciona bien a las toxinas ni a los antibióticos. Incluso si un tratamiento inicial es exitoso, tenga por seguro que las algas aparecerán nuevamente.
2. Reducción de luz
Las algas son similares a las plantas sumergidas, ya que sólo pueden usar una fracción de la luz solar disponible, y se dañan si la luz es muy intensa; la mayoría de las algas podemos decir que son “organismos de sombra”. Más aún, muchas especies pueden adaptarse a muy bajos niveles de luminosidad.
La mayoría de las algas no toleran luz muy fuerte. (Tabla X-1)



Aunque pueden sobrevivir en entornos muy iluminados, su crecimiento no se acelera. Aun cuando las algas verdes (Chlorophytas) toleran luz moderada a intensa 211 mmol/m2/s, ninguna de las algas conocidas se acercan a usar toda la intensidad de la luz solar (2000 mmol/m2/s). Más aún, las algas se inhiben con luz intensa, sea esta ultravioleta o visible. La “Foto inhibición” por luz ordinaria generalmente comienza alrededor de 200 mmol/m2/s, pero se mueve en rangos desde 86 mmol/m2/s en las Dinofíceas hasta los 233 mmol/m2/s en las Bacilariofíceas.
Pero, si las algas no necesitan mucha luz ¿Por qué muchas algas parece que crecen mejor bajo luz solar y/o intensidades de luz altas? Pues porque una luz intensa hace que el Fe esté más disponible para las algas mediante un proceso que se llama “foto reducción del hierro”. El aumento de disponibilidad del Fe puede ser lo que estimula las algas y no el aumento de intensidad de luz en sí mismo.


3- Cambios de agua
Muchos aficionados comentan que han sido incapaces de combatir unas algas arraigadas con cambios de agua. De hecho, no veo la conexión directa entre cambios de agua y el crecimiento de las algas. Los acuarios bien establecidos y maduros tienen pocos problemas de algas. Aun cuando cambio el agua cada unos pocos meses o algo así, tengo muy pocas algas. Y cuando los problemas de las algas surgen, los cambios de agua parecen ser poco efectivos.

4. Peces come algas, gambas y caracoles.
Los peces come algas y las gambas pueden ser muy útiles, especialmente en un acuario nuevo donde los problemas de algas son frecuentes. Los caracoles también ayudan, limpiando las hojas de las plantas de microorganismos que llevan adheridos y otros residuos, que son suelo fértil para las algas.
Sin embargo, depender de los peces (y otros organismos) para controlar las algas puede ser un arma de doble filo en el corto plazo. Esto sucede ya que, por ejemplo, los peces come algas devorarán solo las algas del acuario que son de su agrado. Si los desequilibrios se mantienen, es cosa de tiempo que otras algas (menos apetitosas por cierto) comiencen a aparecer. No hay peces de acuario que se coman las algas verde-azuladas, y sólo el Crossocheilus Siamensis (SAE) es conocido por comer algas rojas (alga de pelo). Estas algas rápidamente tomaran el lugar que dejaron las otras que sí fueron eliminadas por los peces, gambas o caracoles, al no tener competencia de parte de ellas.

Por ejemplo, yo pude eliminar un alga viscosa de color café, al introducir varios Come algas Chinos (Gyrinocheilus aymonieri). Sólo tardaron una semana en eliminarla. Pero, meses más tarde, tuve un ataque de algas verde-azuladas, que ninguno de ellos siquiera se acercó a probar.
Aunque no tengo nada en contra de los peces come algas, no me volveré a tomar la molestia de mantenerlos sólo para que controlen la aparición de algas.

5- Reducción de fosfatos
En aguas naturales, los aumentos de nutrientes debido a la polución normalmente conllevan la aparición de algas y la consecuente destrucción de plantas acuáticas. Después de años de controversias entre biólogos y representantes de la industria de detergentes, es ya aceptado que los fosfatos limitan el crecimiento de las algas en agua dulce. Las concentraciones de fosfatos en aguas naturales impolutas son muy bajas, digamos entre 0.003 y 0.02 mg/l, lo que limita el crecimiento de algas, ya que son muy pocas las especies de algas que crecen con menos de 0.02 mg/l de P.Sin embargo, los acuarios tienen concentraciones mucho más elevadas de fosfatos. El mío, por ejemplo, contiene entre 1 - 5mg/l de P, lo que es más que suficiente para cualquier clase de alga. Debido a que se están adicionando fosfatos regularmente por la vía de la comida para peces, es muy improbable que se pueda limitar el crecimiento de algas por la deficiencia de fosfato en un acuario típico.


B. Competencia entre algas y plantas.
Las algas están mucho más adaptadas que las plantas al uso de luz y nutrientes. Es sorprendente que en estanques, acuarios o lagos que contienen un alto crecimiento de plantas, la presencia de algas es muy baja. Los investigadores comprobaron esta observación empíricamente al controlar el crecimiento de algas en un estanque sin plantas, comparada con un estanque que tenía Elodea canadensis.(Tabla X-2). Las algas no crecieron bien en el estanque con Elodea. Por ejemplo, en el estanque A (sin plantas) la concentración de algas era de 6.000 células/ml, mientras que en el estanque plantado era sólo de 430 células/ml.

1. Ventajas de las algas sobre las plantas
a-Mejor adaptación a la luz baja.

En algunos casos, bajar la intensidad de la luz provocará más daño a las plantas que a las algas. Esto se debe a que los requerimientos lumínicos de las plantas son más altos que el de muchas algas, especialmente el alga de “agua verde”. (Tabla X-3).




La luz media requerida por unas 7 especies de plantas es de 6.1 mmol/m2/s mientras que las algas requieren algo menos de un tercio de eso (1.8 mmol/m2/s). También la eficiencia con la que las algas usan la luz es 7 veces mayor de lo que lo hacen las plantas, exactamente 7,5 vs 1,1. Esta eficiencia se cree que va aparentemente unida a una alta concentración de clorofila y menor tamaño celular en el alga.

b- Adaptación del alga al espectro luminoso
Es cierto que tanto las plantas como las algas verdes poseen clorofila, que absorbe luz roja y azul, pero también es cierto que las algas poseen pigmentos fotosintéticos accesorios, que les permiten hacer mejor uso del espectro luminoso completo. De esa forma, ciertas algas verdes sifonáceas (4) tienen carotenos especiales que absorben luz verde y verde azulada y contribuyen a la fotosíntesis. Muchas algas rojas y verde azuladas rápidamente se adaptan (adaptación cromática) a los cambios en el espectro luminoso, mediante cambiar las proporciones de sus pigmentos fotosintéticos especializados. Por ejemplo, cuando la Synechocystis (alga verde azulada) crece en luz verde, produce pigmentos fotosintéticos no clorofílicos en una proporción de 2:2:1 para rojo, azul y azul-gris, respectivamente. Cuando la misma alga crece con luz roja, produce muchos menos pigmentos rojos, y la proporción de pigmentos cambia a 0,4:2:1.
Dado que las plantas acuáticas no tienen pigmentos especializados, muestran muy poca o ninguna adaptación cromática.
La adaptación cromática probablemente tarda sólo unos días en realizarse. Por ejemplo, cuando investigadores cambiaron repentinamente la luz en un cultivo de algas (filtrando las longitudes de onda por debajo de 520 nm de unos fluorescentes (cool-white), el crecimiento de las algas se estancó por unos 3 días. Sin embargo, una vez el cultivo aparentemente se adaptó por completo al nuevo contexto, recuperó su tasa de crecimiento normal, como venía haciendo antes del cambio de luz.

c.- Mejor adaptación a un pH alto y aguas alcalinas
Las algas se muestran más adaptadas a las aguas alcalinas que las plantas. Por ejemplo, en cierto canal en Lancashire (Gran Bretaña), alga filamentosas del tipo Cladophora glomerata y varias especies de Spyrogira reemplazaron a la Elodea canadensis. Al tratar de explicar lo que pasó, los investigadores compararon la fotosíntesis del alga con la de la Elodea en aguas con 4 valores distintos de pH (Tabla X-4).


Con un pH de 6, la Elodea fue capaz de fotosintetizar mejor que ambas especies de algas. No obstante, al aumentar el pH a 8, la Elodea experimentó una caída sustancial en la fotosíntesis, llegando a sólo 10 mg O2 /mg en lugar de los 45 que producía con pH6, en contraste con las algas, que mantuvieron o redujeron muy poco su producción de oxígeno. Aparentemente, las algas podrían extraer más fácilmente los bicarbonatos del agua alcalina que la Elodea. En una situación de competencia, las algas pueden mejorar fácilmente su ventaja inicial al elevar el pH del agua (mediante su propia fotosíntesis) de manera que las plantas acuáticas sean incapaces de obtener carbono fotosintético. El alga roja no tiene esta ventaja. Los científicos marinos indican que ciertas especies de macro alga roja y café dependen principalmente del CO2 libre, y que no pueden utilizar bicarbonatos.

d- Absorción más eficiente de Nutrientes del agua.
Otra ventaja es que algunas algas están mejor adaptadas que las plantas para tomar nutrientes del agua. Por ejemplo, el alga filamentosa Draparnaldia plumosa he demostrado ser más eficiente que la planta Elodea canadensis en absorber nutrientes como N, P, Ca y Mg (pero no K). Por ello, cuando el alga y la planta crecen juntas con bajos fosfatos (0.075 mg/l de P) el crecimiento del alga no se ve afectado, pero el crecimiento de la planta cae a la mitad. Más aún, la absorción de P fue mucho más rápida en la Draparnaldia que en la Elodea. Además, las algas verde-azuladas segregan una serie de quelantes de hierro (sideróforos) (5), que los ayudan a incorporar el hierro del agua. La secreción activa de estos quelantes de hierro le da una ventaja a las algas verde-azuladas sobre las plantas en entornos escasos de hierro.

e- Mayor distribución de especies.
Una ventaja subestimada de las algas sobre las plantas es simplemente que tienen una mayor distribución de especies. Un acuario sólo tiene las especies de plantas que el aficionado decide colocar en él. Esas plantas puede que se adapten a las condiciones del acuario como puede que no. En contraposición, cualquier clase de alga puede ser introducida al acuario, sea por las plantas, peces, decoración, sustrato, etc., incluso por esporas en el aire.Algunas algas producen esporas muy resistentes y duraderas. Por ejemplo, las esporas de un alga verde-azulada (Anabaena) son capaces de germinar hasta después de 64 años. Eso explica por qué algunos aficionados han tenido acuarios limpios de algas por mucho tiempo, hasta que un alga más resistente, en la forma de una pequeña espora transportada por el aire, cae en su agua.



2- Ventajas de las plantas sobre las algas.
Las plantas acuáticas tienen varias ventajas sobre las algas. Primero, las plantas enraizadas pueden obtener nutrientes desde el sustrato, por lo que no dependen de los nutrientes de la columna de agua. Incluso en acuarios, donde la presencia de N y P puede ser excesiva, algunos elementos traza, especialmente el hierro, pueden estar solamente en el sustrato. En segundo lugar, las plantas acuáticas que emergen, pueden llegar a utilizar la luz solar completamente, mientras que las algas sólo pueden usar una fracción de ella. En tercer lugar, las plantas que emergen pueden usar el CO2 del aire, mientras que las algas sólo lo toman del agua. Aunque las algas tienen las mismas limitaciones de carbono que inhiben el crecimiento de las plantas sumergidas.

Finalmente, las plantas acuáticas tienen más capacidad de reserva para alimento. Por ejemplo, se ha determinado que la Myriophyllum spicatum y la Vallisneria americana tienen entre 2 y 20% de reservas de carbohidratos en diferentes momentos del año. Generalmente, esas reservas alimenticias le dan una ventaja estacional a las plantas de zonas templadas. Por ejemplo, el lirio de agua al emerger al principio de la primavera usa energía de las reservas de carbohidratos en los rizomas para cubrir la superficie del agua con sus hojas, antes que la temperatura y luz sean suficientes para el crecimiento del alga.



C- Factores para controlar las algas.
1. Plantas emergentes.
Las plantas emergentes y flotantes, que tienen la ventaja “aérea”, crecen mucho más rápido que las plantas sumergidas. El crecimiento rápido supone el consumo más veloz de nutrientes que estimulan el crecimiento de las algas. Además, reducen la luz excesiva que las plantas sumergidas no necesitan y que favorece la aparición de algas. Las plantas emergidas pueden proteger de algas a las sumergidas.
Por esta razón, siempre he tenido plantas emergentes en mis acuarios. Más que reducir la luz para controlar las algas, prefiero mantener la luz moderadamente alta, pero añadir plantas flotantes y estimular el crecimiento emergido de las plantas. Así, puedo aumentar el crecimiento total de las plantas y la absorción de luz y nutrientes, en perjuicio de las algas, en un mismo volumen de agua. Por ejemplo, cuando instalé un estanque (25 guppies en 100 lts) en una zona soleada, apareció mucha alga de “agua verde”. Sin embargo, cuando las plantas flotantes crecieron (Helecho de Sumatra y lenteja de agua), el agua se aclaró al cabo de un par de semanas.

2. Hierro.
El hierro puede ser el nutriente que limita el crecimiento de las algas, sólo si otros (como N y P) son muy abundantes. Además, el hierro es el único nutriente necesario en cantidades razonablemente altas, mientras es el mineral menos presente en aguas ricas en oxigeno. De esta manera se explica por qué a veces cuando he montado un acuario con sustrato de jardín he tenido problemas con algas durante los primeros dos meses. Solo después de que el sustrato se ha establecido la liberación de hierro al agua se detuvo. Es necesario que el hierro se asiente y los problemas con las algas disminuyeron.

a- El hierro como nutriente que limita el crecimiento de algas.
La disponibilidad limitada del hierro en aguas ricas en oxigeno hace que este se diferencie de todos los otros nutrientes de las plantas. Esto se debe a que el hierro libre (Fe2+ y Fe3+), el cual es la única forma que las algas pueden usar, no se encuentra en concentraciones relevantes en el agua. Este o bien toma la forma de varios precipitados de hierro (FeO, FeCO3, etc.) o se une a Carbono Orgánico Disuelto (DOC).

No es sorprendente que las aguas dulces naturales contengan muy pocas concentraciones de hierro, la mayor parte como DOC. De hecho, las concentraciones de hierro en las aguas dulces superficiales es de menos de 0.2 mg/l, y casi inexistente en la forma libre que las algas (y las plantas) pueden absorber. Lagos con aguas duras, en particular, pueden contener pequeñas concentraciones de hierro disponibles. Considerando esto, un investigador notó que el crecimiento de algas se veía limitado por el hierro en varios lagos naturales. Por ejemplo, cultivos de fitoplancton en el lago Tahoe (EEUU) se estimularon de forma considerable al adicionar tan solo 0.005 ppm (mg/l) de Fe. Grandes extensiones de mar abierto tienen muy poca presencia de algas, a pesar de la alta concentración de nitratos y fosfatos. Dado que estas áreas están muy alejadas de fuentes naturales de hierro (como la tierra), la presencia de hierro es despreciable, no superior a 0.000056 ppm. Por ello, cuando los investigadores le añadieron hierro a botellas experimentales con algas y ese tipo de agua, el crecimiento del alga se estimuló.

Mi punto de vista es que dado que el hierro no está presente por mucho tiempo en aguas oxigenadas, puede limitar el crecimiento de las algas, tanto en los acuarios como en los océanos. A diferencia del los fosfatos y otros nutrientes, que pueden y frecuentemente se encuentran en el agua del acuario, la reserva de hierro libre en el acuario es muy limitada.



b- Cómo obtienen hierro las algas.

Las plantas pueden obtener el hierro desde el sustrato, pero las algas dependen del hierro libre (Fe2+ y Fe3+) que está en el agua. Aunque el hierro normalmente se encuentra asociado a otros componentes, frecuentemente al Carbono Orgánico Disuelto (DOC), puede estar transitoriamente disponible mediante un proceso común llamado “foto reducción del hierro”. La reacción para la foto reducción de un compuesto de COD con hierro es:
DOC – Fe3+ + LUZ ==> Fe2+ + DOC oxidado
Esta reacción dependiente de la luz, que también ocurre con el magnesio y cobre, es fuertemente acelerada por el DOC. La foto reducción del lazo de DOC y hierro va invariablemente acompañada por la descomposición del DOC mismo. El Fe2+ liberado puede ser rápidamente tomado por las algas, o bien, oxidado a Fe3+, que además de ser tomado por las algas, puede unirse nuevamente a un nuevo DOC, dando paso a la repetición del proceso.Diferentes investigadores han demostrado que la foto reducción del hierro se puede producir usando diversos tipos de luz (blanca-fría, luz día, tubos fluorescentes Vita-lite, así como con luz solar). Sin embargo, la luz UV y la luz azul inducen más foto reducción, dado que sólo longitudes de onda inferiores a 500 nm son suficientemente energéticas como para romper los lazos químicos. En consecuencia, investigadores han demostrado que sólo longitudes de onda por debajo de 520 nm han liberado hierro a partir de un DOC quelatado de hierro. Las algas crecen muy bien con luz normal y hierro quelatado como fuente única de hierro. Pero cuando la luz con longitud de onda menor de 520 nm se elimina, la misma alga estanca su crecimiento al no contar con hierro.

El hierro está ligado a una variedad de sustancias químicas y a diferentes tipos de DOC. Estos compuestos de hierro tienen sus características peculiares respecto a la resistencia de sus lazos y susceptibilidad tanto a la foto reducción como a la reducción química. Eso lleva a que las algas incluso puedan tener acceso a hierro aún en la plena oscuridad. Sin embargo, las algas tendrán mucho mas hierro disponible en entornos muy iluminados y con DOC disponible. En sistemas naturales (lo que incluye los acuarios) la foto reducción de lazos de hierro a COD es probablemente esencial como fuente de hierro para las algas.

c-El hierro y el control de las algas.
Las plantas pueden obtener hierro fácilmente directamente del agua, incluso cuando están plantadas en sustratos que no lo contenga. Por ejemplo, la absorción de hierro de la Hydrilla plantada en un sustrato de turba se probó igual de efectiva tanto por la vía del sustrato como de tomarla directamente del agua. Las plantas, por lo tanto, estarán tomando permanentemente el hierro libre (Fe2+ y Fe3+) del agua, privando a las algas de un nutriente muy necesario y por lo tanto limitando su crecimiento.


En acuarios con sustrato nutritivo, la fertilización con quelatos de hierro es seguramente, casi innecesaria. Estos sustratos, con fuerte presencia de arcilla, contienen enormes cantidades de hierro. Y no solo tienen hierro, sino que ofrecen condiciones anaeróbicas para la conservación del hierro en un estado en el cual es fácilmente tomado por las plantas.En mi opinión, el sustrato y no el agua, debe ser la fuente primordial del hierro que las plantas requieren. Algunas recomendaciones para mantener ciertos niveles de hierro en el agua provienen de estudios que no se han aplicado en acuarios domésticos. En algunos casos provienen de la experiencia de acuabotánicos y cultivos hidropónicos en los que se añade hierro quelatado EDTA. Pero esas plantas o han sido esterilizadas de antemano o se cultivan de forma emergida. Bajo estas circunstancias el quelato de hierro es esencial y no promueve el desarrollo de algas. Pero lo que es adecuado para acuabotánicos y cultivos hidropónicos no siempre es apropiado para los acuarios domésticos.

3. Alelopatía. (6)
Si la limitación de hierro en los acuarios fuera la única fuerza que controle el crecimiento, entonces las rocas de lava (ricas en hierro) que tengo en mi acuario estarían llenas de algas. Pero no lo están. La Alelopatía puede ser el comodín en la fórmula para el control de algas. Existen diversas especies de plantas acuáticas que producen distintos tipos de aleloquímicos, obvio, para algas… así que las posibles interacciones imprevisibles en los acuarios son virtualmente infinitas.
Sin embargo, todas las plantas acuáticas contienen sustancias químicas que son medianamente inhibidores del crecimiento de algas. La Alelopatía puede explicar lo inexplicable… por qué las algas, que tienen tantas ventajas sobre las plantas, son incapaces de “invadir” un acuario densamente plantado, incluso con muchos nutrientes y luz disponibles.De manera inversa, algunas algas producen aleloquímicos que inhiben las plantas. Así que los acuaristas deben estar al tanto de que si se da una explosión de crecimiento de algas, las plantas se verán seriamente afectadas por esto, dada la presencia abundante de los aleloquímicos secretados por las algas. Los aleloquímicos de las algas pueden removerse con cierta facilidad, a través de cambios de agua y la adición de carbón activo en el filtro.


D. Cuidados intensivos para ataques de algas.
En cada acuario doméstico, existe un delicado equilibrio entre las plantas y las algas. Ocasionalmente, incluso en acuarios montados “idealmente” para crecimiento de plantas y que nunca han tenido problemas, pueden aparecer algas de la nada e invadir el acuario. Estos ataques pueden ser un verdadero desafía a la hora de buscarle una explicación o aplicar tratamientos.Durante años no he tenido problema de algas, aun cuando deliberadamente he puesto en mi acuario las algas que me han facilitado otros aficionados. Finalmente, dos tipos de algas (“agua verde” y cianofíceas) fueron problemáticas en algunos de mis acuarios. Me di cuenta que esas algas no se irían, sin importar la cantidad de veces que cambiara el agua o por mucho que las sacara manualmente. Por ello, decidí implementar una serie de medidas, o combinación de ellas, para que inclinara el equilibrio hacia las plantas más que a las algas.
Comenzaré con mi acuario de 170 litros. Repentinamente desarrolló un caso muy complejo de “agua verde”. El acuario no solamente se veía indecente, sino que no estaba siendo un buen lugar ni para los peces ni para las plantas. Medí el pH durante el día, dando un valor cercano a 8, lo que confirmó mi sospecha que la fotosíntesis de las algas estaba elevando el pH tanto que las plantas no podían crecer dada la ausencia de carbono.Primero, hice un cambio completo de agua para eliminar la mayor parte de las algas (aun cuando sabía que el alga crecería nuevamente, no quería que la eliminación masiva del alga contaminara el acuario o atascaría el carbón vegetal del filtro). Luego, añadí carbón nuevo al filtro (esto eliminaría el DOC disponible, fuente clave de hierro para las algas. Además, el carbón eliminaría cualquier aleloquímico o toxina secretada por las algas que estuviera frenando el crecimiento de las plantas o afectando a los peces).

En tercer lugar, tapé por completo los 7 cm inferiores de la parte trasera del acuario, para que la luz no llegara al sustrato (recuerden que el sustrato contiene mucho hierro, que al exponerse a luz muy intensa se comienza a liberar a la columna de agua, alimentando las algas). La cuarta medida fue reducir la luminosidad que entraba al acuario por la parte de atrás, cubriéndola con tela por completo. Inhabilité uno de los tubos fluorescentes de 40 watts de la tapa. Al decidir cuál de los tubos debería inhabilitar, me decidí por el Silvania Gro-Lux uno que entregaba mucha luz azul dentro de su espectro. Esta luz azul podría estimular la liberación de hierro más que la luz “cool-white” (blanca-fría), que está mas bien, hacia el verde-amarillo del espectro luminoso. Ahora la fuente luminosa del acuario era una ampolleta de 40 watts de luz blanca-fría, y algo de luz natural que entraba difuminada por el paño que instalé en la parte trasera del acuario. (Estos cambios en la iluminación no fueron hechos sólo para limitar la luz disponible para las algas, sino que también para ralentizar el proceso de foto reducción, que expliqué antes).


Como quinta medida, bajé el pH a niveles normales (7 a 7.5). Lo hice añadiendo vinagre o sales fosfatadas en cuanto veía crecimiento de algas y el pH comenzaba a subir. Esto mermaba la ventaja alcalina de las algas. Finalmente, me di cuenta que el acuario necesitaba con urgencia algo de plantas flotantes, más allá de las lentejas de agua que ya tenía en él. Así que comencé un cultivo de lechuga de agua (Pistia stratiotes). La lechuga de agua rápidamente comenzó a crecer, formando largas y tupidas raíces, más que adecuadas para la captura de nutrientes del agua. Aun cuando esta colonia emergente no tendría un impacto muy significativo a corto plazo, quería formar una protección a largo plazo con estas plantas flotantes.La primera semana, el “agua verde” se mantuvo, pero sólo como una ligera neblina. Cambié el carbón activo nuevamente y seguí controlando el pH, manteniéndolo bajo. La segunda semana, el agua comenzó a aclararse. Al final de la segunda semana, ya estaba completamente clara el agua, las plantas comenzaron a crecer y los peces a verse saludables de lo que se veían en mucho tiempo. Este tanque sigue muy bien hasta hoy.


Usé una combinación similar de medidas para el ataque de cianofíceas en mi acuario de 110 litros. Sin embargo, en vez de cambiar toda el agua, removí parte del alga con la mano y lo que más pude sifoneando. El resto, exactamente igual a lo que hice con el acuario de 170 litros. Es difícil establecer cuál de las medidas fue la que más aportó al resultado final, es decir, inclinar la balanza hacia favorecer el crecimiento de las plantas. Cada una está pensada para darle una ventaja a las plantas.


Los acuaristas deberían tener presente que la “estrategia combinada” que usé, se diseñó para estas dos algas verdes, que se desarrollan típicamente en aguas ricas en nutrientes con, más bien, abundante luz. La estrategia probablemente, debiera sufrir modificaciones para ataques de algas rojas y cafés en acuarios de aguas blandas. En casos de aguas blandas, trataría de aumentar su dureza y añadir plantas de crecimiento rápido. La reducción del pH probablemente no sea necesaria en estos casos, pero definitivamente recomiendo añadir carbón activo al filtro y evitaría luz con predominio de azul en el espectro.


Esta es una foto del acuario de Diana Walstad de 170 litros.
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(1) Simazina : La primera vez que lo leí me sorprendió muchísimo su uso en productos para acuarios. Es una sustancia altamente contaminante y muy dañina para organismos acuáticos
http://www.prtr-es.es/Simazina,15638,11,2007.html

(2) El Sulfato de Aluminio es una sal polimérica del cloruro de aluminio, fabricada especialmente para dar mejores características floculantes.
Su presentación es en forma de cristales de color blanco. Dependiendo de la turbiedad del agua, permite utilizar una dosis adecuada en polvo sin afectar la salud de las personas y sedimentando las partículas suspendidas en el fondo del recipiente. El sulfato de aluminio hace que las partículas en suspensión coloidal se aglutinen (floculen es el término técnico) formando flocs que no se comportan como coloides y decantan pudiendo así clarificar el agua.
http://www.zooplus.es/shop/tienda_peces/limpieza_del_agua/purificador_agua/tetra/54426

(3)Eritromicina
http://www.vademecum.es/principios_activos/ficha/J01FA01/Macr%C3%B3lidos/?action=open
(4) Sifonáceas: Relativo a las algas en las que el talo no está divido en septos, es decir, los numerosos núcleos no están compartimentados en las células. El alga típica sifonácea tiene una gran vacuola central rodeada por una capa de protoplasma que contiene núcleos y cloroplastos.

(5) Sideróforo: Compuesto quelante de hierro secretado por microorganismos. El ion hierro Fe3+ tiene muy poca solubilidad a pH neutro, por ende no puede ser utilizado por los organismos. Los sideróforos disuelven estos iones a complejos de Fe3+ que pueden ser asimilados por mecanismos de transporte activo. http://es.wikipedia.org/wiki/Sider%C3%B3foro

(6) La alelopatía es pues, el fenómeno que implica la inhibición directa de una especie por otra ya sea vegetal o animal, usando sustancias tóxicas o disuasivas. http://es.wikipedia.org/wiki/Alelopatia

2 comentarios:

  1. Por Crom, que buen enfoque al problema de las algas. Enhorabuena por el articulo.

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  2. Gracias, por el comentario, pero el artículo no es mío, como digo al principio es una traduccion del libro de D. Walstad "Ecology of the planted Aquarium" que yo sepa no se ha editado en español, y es una lástima porque creo que es muy interesante.
    No todo tiene por que ser "High-tech"

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