19 abril 2009

El árbol de las mil estrellas

Pues con este bonito nombre se conoce también a un bonsái, mejor dicho pre-bonsai, fácil de encontrar en las tiendas del ramo, la Serissa, (Serissa phoetida). Aunque en algún foro he leído que es una especie recomendada para principiantes, no lo creo en absoluto.



Este arbusto de la familia de las rubiáceas, es originario de las zonas subtropicales de China, Japón e India, tiene la “fea costumbre” de reaccionar bastante mal a los cambios bruscos de temperatura, exceso/carencia de agua, cambios de sitio etc., en definitiva es un poco puñetera.


Conviene protegerla de las temperaturas inferiores a 12-15º, por lo que, dependiendo de la zona en que vivamos debería pasar el invierno en el interior en una zona bien iluminada, como planta tropical que es conviene pulverizarla diariamente en las zonas en la que la sequedad ambiental es alta, eso sí, debemos evitarlo en la época de floración, que es de Mayo a Septiembre.


Aunque requiere mucha luz, no es bueno que esté a pleno sol, esto hará que se alarguen demasiado los brotes y las hojas amarilleen.


Debemos regarla abundantemente en las épocas de más calor, evitando el encharcamiento y que el sustrato se seque, (esto puede resultar fatal, lo mismo que el exceso de agua) en invierno debemos controlar y espaciar mucho más los riegos ya que sus raíces se pudren con facilidad.


Conviene podar constantemente los nuevos brotes, para que ramifiquen y conseguir un follaje más denso. Está continuamente renovando las hojas, por lo que es normal que veamos alguna que amarillee, estas hojas amarillas deberemos eliminarlas al igual que las ramas secas.


No se suele alambrar, al tener unas ramas demasiado frágiles, lo más normal es modelarla con la poda. En caso de alambrarse se hará con rafia para no dañar las ramas ni la corteza en primavera y/o otoño.

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