Hace pocas fechas, concretamente el 22 de Mayo pasado se celebró el día de de la Biodiversidad y dedicado especialmente a las especies invasoras, que fueron consideradas como la principal causa de la pérdida de biodiversidad, después de la destrucción progresiva del hábitat.
Cada vez es más frecuente leer noticias en las que animales o plantas procedentes de otros lugares, dañan y en ocasiones de forma irreversible a otros animales o plantas que se encuentran en su hábitat natural.
Estas especies, casi siempre introducidas por el hombre, unas veces de forma intencionada, bien para repoblar zonas o en las grandes expediciones de hace siglos que se transportaban para servir como alimento y terminaban naturalizándose en otros continentes, esto era lo mejor que podía pasar, en otras muchas ocasiones competían y compiten con las especies autóctonas y terminan desplazándolas o acabando con ellas. Viene todo esto a cuento, porque hace unos días leía la noticia de que una especie de caracol manzana, concretamente Pomacea canaliculata estaba colonizando los arrozales del delta del Ebro amenazando con dañar seriamente las cosechas.
Tristemente, otra vez el Ebro afectado, no hace tanto también salto la noticia de que el Dojo (Misgurnus anguillicaudatus) un Cipriniforme de la familia de las lochas procedente de Asia, que llevaba tiempo siendo observado en el río, había conseguido aclimatarse poniendo en serio peligro a las especies autóctonas.
Es curioso ver cuantas especies relacionadas con nuestro hobby empiezan a proliferar en nuestros ríos, arroyos y lagos, y no solo peces si no también plantas como la Ludwigia grandiflora, el Jacinto de agua (Eichornia crassipes)la lechuga de agua (Pistia stratiotes), la Egeria densa, causando serios daños llegando a cegar riachuelos y canales de riego.
Así que, en lo que nos toca, tratemos de que no aparezca como factor de riesgo además de la destrucción del hábitat, nuestra propia ignorancia, y si nos cansamos de mantener esos peces, caracoles o plantas, simplemente devolvámoslos a una tienda especializada, pero nunca, nunca les soltemos o arrojemos a nuestros ríos, lagos o estanques, el daño puede ser irreparable.
Cada vez es más frecuente leer noticias en las que animales o plantas procedentes de otros lugares, dañan y en ocasiones de forma irreversible a otros animales o plantas que se encuentran en su hábitat natural.
Estas especies, casi siempre introducidas por el hombre, unas veces de forma intencionada, bien para repoblar zonas o en las grandes expediciones de hace siglos que se transportaban para servir como alimento y terminaban naturalizándose en otros continentes, esto era lo mejor que podía pasar, en otras muchas ocasiones competían y compiten con las especies autóctonas y terminan desplazándolas o acabando con ellas. Viene todo esto a cuento, porque hace unos días leía la noticia de que una especie de caracol manzana, concretamente Pomacea canaliculata estaba colonizando los arrozales del delta del Ebro amenazando con dañar seriamente las cosechas.
Tristemente, otra vez el Ebro afectado, no hace tanto también salto la noticia de que el Dojo (Misgurnus anguillicaudatus) un Cipriniforme de la familia de las lochas procedente de Asia, que llevaba tiempo siendo observado en el río, había conseguido aclimatarse poniendo en serio peligro a las especies autóctonas.
Es curioso ver cuantas especies relacionadas con nuestro hobby empiezan a proliferar en nuestros ríos, arroyos y lagos, y no solo peces si no también plantas como la Ludwigia grandiflora, el Jacinto de agua (Eichornia crassipes)la lechuga de agua (Pistia stratiotes), la Egeria densa, causando serios daños llegando a cegar riachuelos y canales de riego.
Así que, en lo que nos toca, tratemos de que no aparezca como factor de riesgo además de la destrucción del hábitat, nuestra propia ignorancia, y si nos cansamos de mantener esos peces, caracoles o plantas, simplemente devolvámoslos a una tienda especializada, pero nunca, nunca les soltemos o arrojemos a nuestros ríos, lagos o estanques, el daño puede ser irreparable.
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